En este libro se intenta poner de manifiesto la repercusión exterior tan grande que tuvo el monacato en la Edad Media. Se señala su papel fundamental en la evangelización de Europa (Islas Británicas y Alemania en especial), recordando los métodos empleados para ello, las grandes figuras que protagonizaron los hechos y la amplísima labor desplegada en este campo. En segundo lugar, se resalta la importancia del fenómeno del monacato y la influencia de los monjes en distintos aspectos de la religiosidad cristiana europea, así como su relevante acción social y moral sobre la vida y las costumbres de este ámbito, señalando las significativas aportaciones que hicieron. Todo ello muestra, de esta manera, el destacado papel que los monjes jugaron en la configuración de la Cristiandad europea.