Don Manuel Mejías Rapela, Bienvenida (1884-1964) fue apodado El
Papa Negro por oposición al Papa Blanco que era Ricardo Torres
Bombita en los tiempos en que uno y otro vistieron de luces. El crítico
Don Modesto fue quién lo motejó como Papa Negro del toreo. Inició
una gloriosa dinastía taurina, con cinco hijos matadores de toros: Manolo,
Pepe, Antonio, Ángel Luis y Juan. Esta dinastía de extremeños,
con 108 años de pervivencia en la
tauromaquia, ha merecido el respeto
de los madrileños señalando
la casa donde vivieron los Bienvenida
y una estatua en la explanada
de la plaza de toros Las Ventas.
Su trayectoria biográfica, llena de
anécdotas pintorescas, es tan divertida
como la mejor novela.