Al antropólogo, en cuanto tal, no le concierne la verdad o falsedad del pensamiento religioso. Las creencias son para él hechos sociológicos, no teológicos. Su problema es científico, no metafísico. Desde Hobbes hasta nuestros días son muchos los autores que se han entregado a la tarea de entender las creencias y prácticas religiosas de los pueblos primitivos y a dar razón de ellas. Sin embargo, aquellos cuyas teorías sobre la religión primitiva han sido más influyentes nunca se acercaron a un pueblo primitivo: hacían antropología de salón. Los trabajos de campo realizados en nuestra época han permitido comprobar no pocos errores en las afirmaciones formuladas antaño. Evans-Pritchard, con sus trabajos sobre los nuer, contribuyó no poco a que pasara de moda cierto tipo de investigación. (Citemos también la obra de Mary Douglas Pureza y peligro. Un análisis de los conceptos de contaminación y tabú, editada por Siglo XXI, representativa de esa misma línea.) En Las teorías de la religión primitiva, el autor discute las teorías propagadas sobre el tema: señala las dificultades y problemas que plantea el estudio de las religiones y critica las posiciones intelectualistas, emocionalistas y sociológicas de algunos teóricos. E. E. Evans-Pritchard ha sido profesor de Antropología Social en la Universidad de Oxford desde 1946. Ha publicado numerosos trabajos sobre pueblos africanos, principalmente sobre los Nuer y los Azande. Del mismo autor, en Siglo XXI de España Editores, Ensayos de Antropología Social.