El concepto central que Helen SIMONS desarrolla en este libro es el de la evaluación democrática de las instituciones escolares, una de las ideas más influyentes en el desarrollo de la práctica de la evaluación en diversos países en las últimas décadas. Mediante el examen de la teoría y la práctica de la evaluación democrática, analiza si es posible establecerla y realizarla de manera que constituya un freno eficaz a la privatización y centralización de la información, y que sirva para apoyar la democratización de las instituciones docentes, facilitando la toma de decisiones educativas de un modo más participativo.
En esta obra se constatan las implicaciones políticas y sociales de las evaluaciones, tanto en la forma de realizarlas como en los resultados obtenidos y en las consecuencias que de ellos se puedan derivar.
La autora, mediante la investigación con estudios de casos, analiza los puntos fuertes y débiles de la evaluación democrática en la práctica. Sus resultados arrojan luz sobre las cuestiones de quién debe realizar las evaluaciones, quién debe juzgar el valor de los programas y quién debe tener acceso a los recursos y a los resultados obtenidos. Se tratan también los problemas relativos a los derechos, obligaciones y libertades de los evaluadores en el desarrollo y divulgación de los resultados de sus investigaciones.
En una época en la que la evaluación tiene significados diferentes para distintas personas y en la que se puede practicar con fines muy diversos, la lectura de esta obra puede ayudar a esclarecer numerosos interrogantes que actualmente se plantean a la mayoría de los profesores y profesoras y a la comunidad educativa en general.