En la última década del siglo XX, numerosas ciudades han tomado conciencia del imprescindible papel que desempeñan en la educación de sus ciudadanos. Los nuevos desafíos de la sociedad contemporánea exigen la introducción de modificaciones en nuestras ciudades, que suponen la modificación de hábitos de comportamiento y de actitudes ciudadanas a veces muy arraigadas. Los autores de este libro describen los elementos esenciales que inspiran los llamados Proyectos Educativos de Ciudad, en que Barcelona, fiel a una tradición educativa muy arraigada en la ciudad, ha sido pionera. Un gran movimiento ciudadano que ha implicado a las escuelas de la ciudad, pero también a economistas y arquitectos, a empresarios y jubilados, a artistas y ciudadanos de a pie en los que ha inculcado la solidaridad y el deseo de participación. El camino está marcado. En las direcciones apuntadas por la ciudad de Barcelona, así como por algunas ciudades escandinavas, italianas y brasileñas, anida el germen de una nueva visión de la educación que va más allá de las escuelas e implica a toda la ciudadanía.