Entre las grandes figuras del psicoanálisis contemporáneo, Didier Anzieu ocupa un lugar original y esencial: su trayectoria de humanista, de la filosofía al psicoanálisis vía la psicología, sostiene un comportamiento epistemológico que concilia el apego riguroso al método y a la metapsicología freudianas, con una apertura, una extensión de conceptos y de técnicas, en muy diversos campos clínicos.
El psicodrama, la metodología proyectiva, la dinámica de grupo, y, por supuesto, la cura clásica, encuentran su punto de conjunción en una investigación que conduce, a la vez, a los continentes y a los contenidos psíquicos.
Catherine Chabert abre un camino que nos permite seguir los movimientos comunes y múltiples que atraviesan una obra completa, más accesible por la fecundidad de la experiencia y la claridad del pensamiento que la animan. Se apoya en la fidelidad a las problemáticas de fondo que constituyen las líneas de fuerza: el autoanálisis de Freud, el psicoanálisis del genio creador, el interés esencial por el problema de los límites y por la metapsicología susceptible de conceptualizarlos; finalmente, el concepto de Yo piel, lugar de convergencia de una clínica nueva y de una teoría.