Basándose en investigaciones sobre biología evolutiva, genética y psicología, además de en los avances en
la neurociencia molecular, Jordan Smoller redefine la biología de lo normal. La variación genética, la selección
natural, el entorno y las experiencias singulares contribuyen a moldear nuestro yo social y emocional. El autor
considera las bases neuronales del aprendizaje social, la empatía, e incluso el amor, tanto el romántico como el
maternal, y cartografía la biología del rechazo, de la resistencia y del miedo para relacionar estos fenómenos con
determinadas zonas anatómicas del cerebro (la corteza, el hipocampo y la amígdala cerebral respectivamente).