El duelo implica muchas cosas. Es un sentimiento crudo, debilitante y doloroso. Es un momento agónico que se alarga indefinidamente, que te atrapa por sorpresa y, de la nada, te ahoga. La pérdida es como un peso que te arrastra al fondo…
Así me siento. Sin posibilidad de salir a flote.
Pero el destino es aún más cruel, porque cuando siento que ya no hay esperanza, trae de vuelta a alguien de mi pasado.
Cannon nunca quiso formar parte de esta familia. Sobre todo, nunca quiso tener nada que ver conmigo. Mi hermanastro ha vuelto después de años y sigue siendo mi mayor anhelo… Y ahora es más inalcanzable que nunca: hetero, prometido y con una vida perfecta en la otra punta del país.
Haría bien en recordarlo, pero entonces se queda, y en el mar de dolor y pérdida, él es mi ancla.
¿CÓMO PUEDO RESPIRAR SI SIENTO QUE PERDERLO ME AHOGA?
¿CÓMO RESISTO SI SIENTO QUE ES MI SALVAVIDAS?