Aguacerando: mitologías domésticas de lo que nunca fuimos es una obra en la que Elidio La Torre Lagares convierte la fuerza bruta de la lluvia en un símbolo visceral y profundo. Su manifestación parece anegar lo tangible, transformándose en metáfora de una verdad que escapa a la razón: una verdad sentida, dolida, intuida. La niñez, igual que la patria perdida, resuena como un eco inalcanzable, un origen que nunca fue completamente nuestro. El desarraigo, destilado en estos versos, se erige como un horizonte desde el cual vislumbramos lo que María Zambrano llamaría «la intemperie del alma», un espacio de desnudez existencial donde lo efímero y lo eterno se entrelazan.
La poesía de La Torre Lagares mitifica lo doméstico, abordándolo como una forma de conocimiento primordial, una vía profunda y originaria hacia la verdad del ser y del mundo. Aguacerando nos transporta por territorios de memoria y desarraigo, donde cada poema estalla en imágenes poderosas que capturan lo fugaz y lo eterno, lo ordinario y lo sublime. Con una precisión lírica que duele y fascina, La Torre Lagares muestra cómo el aguacero, metáfora de lo que erosiona y renueva, desgarra las estructuras de la realidad para revelar lo oculto: los ecos de lo que nunca fuimos.