Igual que don Quijote nunca ve molinos, Hércules León se empeña en que al barrer las calles de Distrito Sur pasa la escoba por todos los países y regiones del planeta —hasta del universo—. Lo acompañan Negro Smith, Juana la Cheviste, Flametti, Pepe el Tuercas, Montse, los habitantes del albergue municipal, donde construyen algo parecido a un hogar, y el resto de personajes del barrio, empeñados en salir adelante con lo que haya, aunque sea poco. La vida hay que celebrarla y regalarse, si se quiere, un entierro digno de un marqués.