Carlos Yushimito juega con el modelo de las glosas o anotaciones dejados al borde de la página por quienes leían los viejos libros medievales y de este modo nos recuerda que leer y escribir son, en el fondo, las dos caras de la misma moneda.
Sus textos, que oscilan entre el vuelo poético y el profundo análisis, se construyen mediante el diálogo con citas luminosas que se expanden en nuevas revelaciones, pero también a través de la la rememoración de los libros leídos y releídos, entre los que encontraremos a Marcel Proust, Michele Petit, Hilda Mundy, Borges, Walter Benjamin, Peter Mendelsund o Clarice Lispector.
En esta edición de Comisura, los microensayos de Yushimito se funden con una galería de fotografías de archivo que muestran a mujeres y hombres haciendo ejercicios y estiramientos, además de distintos paisajes exteriores, estableciendo un diálogo desplazado con el texto y ampliando sus resonancias, glosándolo a su vez como nuevas marginalia. Porque, como dice Yushimito, escribir es leer al revés, un arte poco notable pero para el que sin duda se necesita una curiosa mezcla de ejercitación, rigor y flexibilidad.
Un recordatorio muy generoso sobre qué es, o qué significa, escribir y leer para poder vivir y convivir en este mundo tan opaco.