Tecnocracia y populismo comparten, pese a ser dos realidades diferentes, una visión no pluralista de la política. Ambos fenómenos suponen un obstáculo para una integración europea plenamente democrática. Con un aumento de la contestación social desde la Gran Recesión de 2008, las autoridades comunitarias han abordado la crisis de una manera tecnocrática. Los partidos tradicionales están siendo desafiados por los de protesta, en su gran mayoría de la derecha radical populista, y no consiguen articular eficaces estrategias de contención. Aunque el bloque europeísta se ha mantenido —a la baja— en las elecciones al Parlamento Europeo de 2024, las fuerzas populistas han crecido. Tras analizar los programas electorales de los grandes europartidos, la campaña y los resultados de esa consulta, este libro indaga en los diversos escenarios posibles para encarar el futuro de Europa.