La historia que inspiró la película de Juan José Campanella, ganadora de un Oscar.
«Sacheri logra como pocos darle una proyección universal a las historias que cuenta. Historias de gente común donde lo cotidiano se vuelve épico.»
Juan José Campanella
Treinta años atrás, cuando Benjamín Chaparro era prosecretario en un juzgado de instrucción, llegó a su oficina la causa de un homicidio que no pudo olvidar. Ahora, ya jubilado, repasa buena parte de su vida, las instancias de ese caso y sus insospechadas derivaciones, y la historia de un amor secreto que lo mantiene acorralado entre la pasión y el silencio.
El secreto de sus ojos ofrece al lector una trama policial ambientada en los años sesenta y setenta, en una Argentina que paulatinamente se sumerge en la violencia política y cuyos personajes luchan contra la impunidad, la burocracia del sistema judicial y las miserias propias y ajenas. Una historia protagonizada por hombres que hicieron de la búsqueda de la verdad un destino; de la memoria, un camino imprescindible, y de la lealtad, un culto que trasciende el tiempo, las distancias y la muerte.
La crítica ha dicho:
«El argentino Eduardo Sacheri hace de las historias cotidianas lecturas conmovedoras, de los lugares comunes situaciones universales.»
Rocío Huerta, El País
«Resulta una delicia la lectura de esta novela en la que todo sucede como estallidos entre la cotidianidad, la rutina y el sosiego.»
Luis Alonso Girgado, Diario de Ferrol
«El valor, la lealtad, la crueldad y la venganza: Sacheri socava astutamente nuestras suposiciones acerca de las respuestas humanas fundamentales en una novela que es profundamente política y compasiva.»
Anna Mundow, The Barnes & Noble Review
«Sacheri nos dice todo sin adornos, sin desvíos, sin falsa complacencia. Una gran novela que sería abusivo colocar bajo la etiqueta de novela policial. Es mucho más que eso.»
Geneviève Pieckarczyk, Encre Noire
«Es la presencia de Sacheri en los guiones lo que hace que las películas de Campanella tengan un importante toque de humor, un humor muy de Buenos Aires, rápido y algo negro.»
Soledad Gallego-Díaz, El País
«Esa vida que transmite tiene la emoción de la vida en serio. No se nos ocurre que las lágrimas, las alegrías, las tristezas puedan ser ficción. Sacheri nos convence de que lo que el narra realmente ocurrió.»
Tiempo perdido