El precepto roto es, en palabras de Natsume Soseki, la primera novela digna de tal nombre escrita en la era Meiji, una obra rompedora en su tiempo que, por primera vez, mostró a los lectores la cruda realidad del nuevo Japón, un país que se miraba en Occidente pero que aún arrastraba el lastre del rechazo hacia algunos de sus propios ciudadanos: los etas o parias de Japón.