Lupe, una niña soñadora y algo inocente, se erige en narradora única de esta historia que comienza en la casona familiar de Marineda -trasunto de la ciudad coruñesa-, en un tiempo a punto de desaparecer.
Una galería acristalada frente al Atlántico -el mar como símbolo de mundos desconocidos-, servirá de atalaya a los aconteceres de Marineda, donde las mujeres juegan un papel fundamental. Vendedoras de pescado y mujeres de aldea conviven con soldados, petimetres de ciudad y señoras ataviadas con los últimos modelos llegados de París, en un relato escrito con gran pulso narrativo, en donde los personajes -con sus luces y sus sombras-, así como la descripción de los ambientes y el habla rurales, constituyen un impagable retrato de esa España provinciana que a punto estaba de perder definitivamente su hegemonía colonial.
Un nutrido grupo de tipos humanos -la Sabia, Benito el Raposo, Rosa de Anedo...- aparecerán a lo largo de la narración de Lupe, cuya historia acompañará al lector mucho tiempo después de haber concluido su lectura.