Durante demasiado tiempo, Luis Chaves ha sido un secreto muy bien guardado: un escritor leído por un círculo pequeño pero apasionado, dueño de una obra escasa y difícil de encontrar. Es hora de que deje de serlo.
Salvapantallas es una novela sin centro que, asumiendo un lugar marcadamente lateral, se rebela contra los grandes relatos de las novelas totales. Desde un país minúsculo, el autor nos invita a una travesía en la que va dando tumbos: de los escarceos con las drogas a la paternidad como cimiento; de la inmadurez de la juventud a la literatura como experiencia irrenunciable. Una sucesión de todos los pequeños mecanismos que ponen en marcha eso que, a falta de una palabra mejor, llamamos «vida».