«Todo afloramiento es una advertencia, cualquier roca señala una dinámica mayor que sí misma, nuestro presente se nutre de los vestigios del pasado. Estas son las tres intuiciones de la geología científica. Mejor todavía: las piedras no son “sustantivos” sino “verbos”, son “pruebas visibles de procesos”, testigos de historias locales que repercuten en dinámicas que operan a escala terrestre. Para Marcia Bjornerud, toda piedra posee un lenguaje y una gramática propios. Afirma que la Tierra es como un pergamino que conserva casi todos sus estratos pese a los huracanes, las inundaciones y los seísmos que revuelven, mezclan y amasan los sedimentos. La Tierra es un texto constantemente borrado, tachado, reescrito, que se construye por destrucción y restauración.»
Olivier Remaud nos invita a contemplar el baile de las montañas. Filósofo y gran caminante, explora la dimensión vital de lo que siempre vemos como inanimado: montañas, acantilados, rocas. Su mirada poética nos revela la vida que contienen y la vida de la que provienen.