La oscuridad no es lo único que habita en la noche helada.
El cadáver del geólogo Björg Stutgard ha aparecido en la base científica noruega Nytt Håp, en la Antártida. Su cuerpo desnudo ha sido depositado en la nieve, con una enorme herida abierta desde el esternón hasta el pubis. Además, con trazos burdos sobre su vientre, alguien ha escrito la palabra «Kripos».
En San Sebastián, Mikel Ibarra, un antiguo investigador criminal, dedica su tiempo a trabajar como guía para los científicos de la base noruega y como buzo para una empresa de la que es socio y que intenta patentar un traje de inmersión submarina capaz de alcanzar profundidades abisales.
Su vida da un vuelco cuando Erika Oblyakov, una agente de la Kripos —la agencia noruega de investigación criminal—, se pone en contacto con él para proponerle formar parte de la investigación sobre el asesinato de Stutgard.