Una novela que muestra que escuchar a los demás es una manera de escucharnos a nosotros mismos.
Una mujer en crisis huye hacia los Pirineos con la esperanza de poder recuperarse escribiendo en soledad. Sin embargo, no prevé que las personas heridas se reconocen y se ayudan, y la acogerá una familia superviviente de una durísima experiencia. La necesidad de escuchar y explicar, la importancia de decir las cosas, la empatía, la ternura y el duelo compartido harán que, conversación tras conversación, la autora reconstruya una historia familiar que constituye un desesperado canto de amor a la vida entre altas montañas.
Demasiadas deudas con las flores es una sucesión de confesiones, de conversaciones íntimas donde recuerdos y miedos se mezclan, donde el pasado se entrelaza con el día a día formando un misterio llamado vida.