Dos temas principales marcan el trabajo de Margit Kaffka: la desaparición de la nobleza y la condición de la mujer en el cambio de siglo del XIX al XX. Es a través de esto que Kaffka llega a sus crueles confesiones sobre sí misma, como mujer independiente, en medio de una sociedad húngara con una organización anacrónica y desgarrada por las contradicciones.
Sin embargo, lejos de lo que pudiéramos pensar, la autora no elige en Colores y años para dar voz a esos pensamientos a una mujer emancipada, sino a una figura que se autocondena a la resignación. Magda Pórtelky es una mente lúcida, víctima pasiva en su propia vida, que simboliza la tragedia de otras mujeres que luchan por sobrevivir siguiendo las viejas pautas sociales en un mundo cambiante.
Con su rico conjunto de personajes y su fuerte narrativa trágica, el mensaje de Kaffka sobre el destino de las mujeres asignadas a roles insignificantes en una sociedad controlada por hombres encuentra su verdadero eco en el trabajo de Virginia Woolf y otras escritoras del siglo XX.