Mientras Max y el manco buscan a Baïa, en la carrera por la
jungla con el Capitán Rego, ellos mismos son perseguidos por
los hombres del líder del campamento de trabajadores,
Hermann, que intenta arrojar luz sobre la muerte de su hija. Las
persecuciones se cruzan y se multiplican en la exuberante pero
cada vez más peligrosa jungla brasileña. Sin mencionar que
Max y el mango, es decir, el hijo y el padre, ahora comparten
otro secreto: el tesoro encontrado entre los restos del avión en
el que murió la hija de Hermann y que pilotaba el mango. 'Si
tuvieras algo de seso me darías las gracias por seguir con vida...
Y por ser rico, Max. ¡No olvides que somos ricos!'.