Cuentan que el ratón Pérez nació en el siglo XIX, un día en el que al futuro rey Alfonso XIII se le cayó un diente.
La tradición apunta a que el ratoncito vivía en el interior de una confitería y por las noches visitaba las casas de los niños dejándoles un regalito por cada uno de los dientes perdidos.
En Cartas del ratón Pérez, Lucía Benavente ha recopilado decenas de misivas, reales e imaginarias, llenas de notas, guiños y colores, creando un pequeño cofre del tesoro en el que la ternura, la risa y el amor se despliegan de todas las formas posibles. Un libro para pequeños y mayores que nos transporta a un mundo en el que todavía existe la magia.
A veces nos olvidamos de que una vez fuimos niños. Y quizás este ratón nos lo recuerde.