Miguel Pardeza (La Palma del Condado, Huelva, 1965) es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Zaragoza. Estudioso de la obra de César González-Ruano, editó su Obra periodística (1925-1936) en 2002, y los dos tomos que abarcan de 1943 a 1965 en 2003; a las que siguió Necrológicas (2005), del mismo autor. Como narrador, cuenta con dos novelas: Torneo (2016) y Angelópolis (2020). La cola del cometa representa su primera incursión en el género aforístico. Para Carlos Marzal, prologuista del libro que ahora presentamos, «Pardeza es a menudo un humorista trágico, y por lo general un trágico que emplea el humor para no caer en el énfasis, que es la antítesis de la alta literatura».
En sus aforismos, Pardeza se ríe de su figura, pero sobre todo de los figurones, y sonríe ante el paso del tiempo, que es una forma melancólica de recibirlo, de domesticarlo. Como suelen ser los aforistas, Pardeza es a menudo un humorista trágico, y por lo general un trágico que emplea el humor para no caer en el énfasis, que es la antítesis de la alta literatura.
Los cometas son cuerpos celestes que orbitan alrededor del sol, un objeto cuyo brillo observamos un instante en el cielo, y luego desaparece. La cola de un cometa nos la imaginamos desplegada, fulgurante en la oscuridad. Así son también los aforismos de Miguel Pardeza: un resplandor mínimo que nos llena de asombro. Así son también nuestros retratos: una presencia breve en el mundo que trata de explicar, aunque sea brevemente, ese mundo que amamos.