En un momento en el que sus obras anteriores ya habían sido censuradas, Alfonso Sastre plantea en La mordaza una protesta cauta, posibilista, soterrada pero implacable contra el régimen franquista, al tiempo que lanza un mensaje claro, sin ambages: «Vivimos amordazados. No somos felices. Este silencio nos agobia».
Este drama rural de tintes policíacos escrito en 1954 —y estrenado con gran éxito ese mismo año— narra un crimen ocurrido poco después del final de la ocupación nazi de Francia. Aunque su trama y detalles son fabulados, está basado en hechos reales y tiene como telón de fondo el asfixiante ambiente de una familia y su hacienda.
Pieza clave en la producción del autor, La mordaza es, por ende, una obra cumbre de la dramaturgia española del siglo xx.