Valentina está jugando tan contenta con su muñeco, pero llega Fermín y se lo quiere quitar. Como ella no se lo deja, Fermín tiene una rabieta. Para que no llore más, Valentina le deja el muñeco, pero entonces Fermín lo tira con desprecio y se marcha. Dolida y enfadada, Valentina lo sigue y chuta su juguete. Se pelean, pero finalmente ven que hay una solución mucho mejor: jugar los dos juntos.