Un libro íntimo, valiente y conmovedor de una mujer
convertida en símbolo de la lucha por los Derechos Humanos.
«Colonia Mixcoac, Ciudad de México, 12 de abril de 1975. Hoy cumplí doce años y mi tío Manuel dijo que tengo que apuntar en mi diario este día especial porque es un año mágico. Dice que en enero cambió la historia de mi país porque en la Constitución (que es un libro donde apuntan las leyes para que la gente obedezca, hagan cosas buenas y no se maten todos) pusieron que el varón y la mujer son iguales ante la ley. A los hombres les dicen varones».
LYDIA CACHO
Son las seis de la tarde de un día de 1975 cuando Lydia Cacho se esconde en un rincón de la habitación que comparte con sus dos hermanas, toma la pequeña libreta con la que le ha obsequiado su madre y escribe su primer encuentro con la muerte en forma de carta para su amigo Carlos. Con letra manuscrita, su primer diario revela un México gobernado por el PRI, la descripción de las desapariciones de estudiantes, los policías revisando mochilas a niñas y niños a las afueras del Colegio Madrid. Las contradicciones y rarezas de un país que poco a poco se acostumbra a la violencia
y la mentira son narradas desde la pluma de una niña rebelde de clase media que escapa de su hogar porque se niega a aceptar el destino manifiesto decretado por el machismo. La autora se sumerje en cuarenta y seis años de diarios, fotografías, intercambios epistolares y memorabilia que ha guardado como si supiera que habría de convertirse en una pionera del periodismo feminista mexicano. Con Cartas de amor y rebeldía, Lydia Cacho traza el nítido retrato de una vida entregada a la búsqueda existencial, al romance, la pasión, la poesía y la indignación de vivir en un mundo injusto. Este es su libro más íntimo y revelador.
La crítica ha dicho:
«Lydia Cacho es la rockstar del periodismo mexicano».
The New York Times
«Hay personas que son héroes. Lydia Cacho es una de ellas».
Juan Villoro
«Es un símbolo del periodismo valiente».
Eduardo Galeano
«Lydia, que defiende a capa y espada la dignidad de niños y mujeres, logró conjugar la solidaridad del gremio periodístico. Es mujer de una pieza».
Elena Poniatowska
«Es un modelo para todos aquellos que quieren trabajar como periodistas».
Roberto Saviano