Para los niños, desde pequeños, el sonido es algo fascinante. Forma parte de las primeras experiencias y da mucha información sobre el mundo que nos rodea. Este libro propone un ejercicio diferente, más allá de la lectura y de disfrutar de sus maravillosas ilustraciones, invita a los niños a interpretar los sonidos de las imágenes de cada doble página, convirtiéndolas en una partitura gráfica.