Según datos de la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades crónicas, son la causa del 60% de las muertes a nivel mundial y desencadenan el 85% del gasto públicoEste tipo de enfermedades provoca importantes efectos negativos en la calidad de vida de las personas, siendo, además, causa de muerte prematura y teniendo repercusiones negativas anivel económico en las familias, comunidades y sociedad en general. Destaca la necesidad de actuar ante la cronicidad de la población; alerta también de posibles obstáculos para la adaptación del sistema sanitario actual basándose en la siguiente afirmación: las enfermedades crónicas constituyen la mayor causa de mortalidad en casi todos los países. Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo, y representan el 40% de la mortalidad mundial y tres cuartos partes de las defunciones por enfermedades crónicas en los países desarrollados o en vías de desarrollo. En el caso de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica se calcula que ocasiona 2,75 millones de muertes anuales en todo el mundo, lo que representa el 10% de la mortalidad total. Las políticas sanitarias abordan la necesidad de reorientar la atención hacia un modelo que aborde la cronicidad de una manera específica dando respuesta a las necesidades del paciente y familia en todas sus dimensiones.Esta reorientación pasa por tener una visión integradora e integrada, valorando las capacidades de la persona y habilidades de adaptación para confeccionar planes adecuados a nivel de promoción de la salud y prevención de la enfermedad. Actualmente, la distribución de las condiciones y causas que favorecen el desarrollo de estas enfermedades a través de la población no es constante, siendo los sectores más desfavorecidos los que presentan una mayor frecuencia; a ello se suma la creciente acumulación de factores de riesgo en estos grupos desfavorecidos que sumarán una brecha en los resultados de la salud.