Un cuaderno Moleskine comprado en el aeropuerto de camino a Katmandú, un boli BIC y un lápiz de minas para cuando el frío hiele la tinta sirven a Kilian Jornet para escribir y fijar las vivencias de una aventura imposible en la montaña. Una expedición al Nepal más indómito, el de los horizontes más lejanos y los picos más remotos, con escaladas inverosímiles, descensos intrépidos, retos y riesgos.
La frontera invisible borra la fina línea que separa los sueños de la realidad y retrata con pasión intensa una expedición que es al mismo tiempo una búsqueda, una evasión y un reencuentro. Un libro en el que las emociones se multiplican y los sentimientos se viven a flor de piel y donde las palabras, los silencios y los recuerdos adquieren nuevas profundidades.
«Es por miedo a que la nieve borre las huellas que dejaré detrás de mí, si no soy capaz de volver, por lo que he sentido la necesidad de poner en negro sobre blanco mis pensamientos. O quizás, desconfiando de mi memoria, quiero contarte lo que mis ojos ven para no olvidar detalles al volver.»