En la mejor tradición ética y poética de la piedad filial, cuyo máximo exponente en la literatura española son las Coplas a la muerte de su padre de Jorge Manrique, pero desde la mirada y las preocupaciones de un poeta del siglo XXI, Alejandro Pedregosa rinde en Barro un homenaje elegíaco a su padre recién fallecido, ese hombre que, según sus propias palabras, le dijo una vez: «ahí tienes tu camino, ama el barro». En Barro, el poeta se hace consciente, cuando su padre falta, de que buena parte de su vocación literaria y su visión ética del mundo se la debe a él; de ahí que, junto a poemas que lo evocan, encontremos otros donde el poeta observa y comenta desde esta ausencia reciente tanto el mundo de hoy como su propio oficio. Además, el poeta ha comprendido también que el ser humano se hace tal en el momento en que aprende a cuidar de los otros: «?porque el amor / se hereda a través de los siglos como se hereda una casa / o una deuda ancestral ?así la mía?».José Manuel Ruiz Martínez