De paso, siempre de paso escribiendo, viajando, leyendo, viviendo, Miguel Barrero se adentra en las marejadas de la Historia y de la Literatura para iluminar territorios de penumbra. Y así, de paso, tras los pasos de Ana Ozores nos muestra la relación extrañamente bipolar entre Vetusta y Oviedo; de paso recorre una Disneylandia esotérica, morada de secretos y cuna de herejías; de paso sigue los pasos perdidos de Valle-Inclán y recuerda su esperpéntico entierro; de paso bebe por Toledo con Luis Buñuel y sus cofrades, vislumbra lo que pudieron ver los ojos de Goya en Burdeos, imagina el acontecimiento más decisivo de nuestra andadura colectiva y festeja los Sanfermines de Hemingway; de paso se cruza con escritores como Cunqueiro, Benet, García Márquez o un tal Montaigne, y también con los Reyes Magos, Carlos Gardel y Los Suaves, porque en el viaje literario y humano de Barrero todo cabe: los Panero, el gozo y el dolor, la dicha y la desgracia, los versos de Valente, el lugar donde cantó Rosalía de Castro, el hombre que buscó a Federico García Lorca. De paso, siempre de paso, como la canción de Aute, y caminando con Machado, este libro de Miguel Barrero comienza en Colliure, donde resplandece el fulgor de los soles de la infancia, y termina en Soria, bajo el reflejo de las luces y las miserias del mundo. Un viaje extraordinario.