María José Ferrada y Marco Paschetta cuentan una historia que nos acompaña desde siempre: la del viaje de la semilla que se desplaza ligera desde la planta donde nació hasta encontrar el lugar perfecto para tenderse a dormir y brotar. Lo hacen con la levedad propia de una semilla, jugando con onomatopeyas y con una serie de personajes simpáticos, curiosos y entregados. Todos acompañan la semilla en su viaje: algunos animales, como el gato y el perro; los elementos, el sol, el viento y la lluvia; y dos niños, empeñados en observar atentamente el mundo a su alrededor.
Se trata de un viaje, un acontecimiento diminuto y al mismo tiempo tan grande como la fuerza de la vida.