¿Qué significa reencontrarse?¿Por qué el tiempo pesa más cuando retornamos a un lugar conocido? Cruzas esa puerta, te sientas en esa cama, o en esa silla, o en ese rincón de la habitación, y miras a tu alrededor. Y ves la mesa, la estantería y la ventana, la alfombra y el armario, o quizá solo contemplas la pared. Observas cosas frente a las que un día estuviste, frente a las que fuiste. En ese momento, es difícil posar la mirada en algo que no obligue a contemplar lo que un día se fue.
Noel Rodríguez Garcia
Herida, la retina retiene. Solo se recuerda lo que nos ha marcado. Pero todo vuelve. Lo que no vuelve nunca no es nada, ni siquiera ha sido olvidado. Sencillamente, no dejó ninguna marca, nunca fue nuestro. Aunque solamente sea un fantasma, si es propio volverá. Este retorno constante de lo vivido no deja de recordarnos, al margen de nuestras religiosas ilusiones de progreso, una maldita bendición circular del tiempo. Allí donde surgimos, en los giros de la vida que nos rehicieron, allí hemos de volver de nuevo. Y esto no es ningún fatalismo, porque lo que vuelve es lo que eres, eso que Manuel Pérez reconoce que tarda mucho en desvelarse.
Ignacio Castro Rey