La aurora es un lapso breve de tiempo entre la noche y el día. Es la transición entre dos mundos, una tierra de nadie donde las últimas sombras y las primeras luces se encuentran, donde el viento del espíritu descubre la magia de lo efímero y de lo que renace. Es el tiempo del duermevela que permite al individuo enfrentarse al asombro, al descubrimiento, al encuentro y desencuentro, al amor en el sueño y el recuerdo. Es una experiencia de persecución que acaba transformando al perseguidor, asimilado a su presa ante las fuerzas de la naturaleza.Marcelo García muestra de nuevo el poder de la imagen poética, que permite imaginar la escena como si se narrara un cuadro, respondiendo al precepto horaciano Ut pictura, poesis. De este modo, cada poema es una historia, un vértigo y un aliciente novedoso para el lector que quedará atrapado por la trama expectante de cada uno de ellos.