Thomas Sankara (1949-1987) fue el presidente de Burkina Faso de 1983 a 1987. Con una potente combinación de carisma personal y fuertes convicciones marxistas y pan-africanistas, su gobierno llevó a cabo iniciativas contra la corrupción y el imperialismo francés y mejoró la educación, la sanidad, la agricultura y la situación de la mujer, nacionalizando las tierras, las minas y los servicios públicos. Sus logros le valieron el apelativo de «Che Guevara africano». Su programa revolucionario provocó una fuerte oposición de los líderes tradicionales de la pequeña pero poderosa clase media, así como el recelo de Francia. Estos factores provocaron su caída y asesinato en un sangriento golpe de Estado el 15 de octubre de 1987.