Como cada cual, también los Reyes pertenecieron a la humanidad doliente. Y quien no hubiera caído en la cuenta, que abra este libro y se pasee por la vida cotidiana de Austrias y Borbones, hasta la fecha. Verá que los males de la boca no respetaron categorías humanas y todos acabaron pasando, antes o después, por las manos del dentista. Cosa diferente fueron las artes de quienes fueron contratados por la Casa Real para dar alivio dental a sus titulares. Aquí sí que hubo categorías, desde los sacamuelas denostados por Quevedo hasta los dentistas formados a finales del XIX en los mejores centros de los Estados Unidos, claro que mientras estos últimos fueron excepción, no así los otros. Príncipes y princesas, reyes y reinas, antes o después se vieron en manos de quienes dieron remedio, o al menos lo procuraron, a las agujereadas dentaduras regias, aunque también intentaron hermosearlas y hasta perfumarlas mal que bien. Sin esta minuciosa narración, quizá pareciera la historia de nuestros Reyes y allegados un impenetrable misterio de la torre de marfil. Pero no, es precisamente cuando se averió el regio marfil bucal cuando se humanizó su historia.
Javier Sanz (Sigüenza, 1957). Académico de Número de la Real Academia Nacional de Medicina de España, ocupa el sillón 24 «Historia de la Medicina». Doctor en Medicina y Cirugía, en Odontología y en Historia, y especialista en Estomatología, es profesor de la Unidad de Historia de la Medicina de la UCM y socio fundador y presidente, durante veinticinco años, de la Sociedad Española de Historia de la Odontología (SEHO). A esta especialidad ha dedicado su mayor atención docente e investigadora. Autor de numerosos libros, desde una Historia General de la Odontología Española hasta un Diccionario Biográfico Histórico de Dentistas, sin olvidar los diez volúmenes de la colección que edita, Clásicos de la Odontología Española, ha dedicado atención a otros asuntos como la historia de la Farmacia, de los Hospitales o de las Universidades, teniendo siempre como referente la investigación archivística. Espectador de la vida de su país, ha colaborado como columnista en diferentes medios: Guadalajara Dosmil, La Crónica de Guadalajara y Nueva Alcarria durante más de dos décadas, apuntando a los temas de índole política, cultural y social y también condujo la sección de historia de la Medicina en el programa El ojo clínico de TVE.