Entre de 1984 y 1986, Luis Alberto de Cuenca escribió los poemas de "El otro sueño", ese «que te da las fuerzas necesarias para salvar la vida cuando los dedos húmedos resbalan en los bordes del precipicio, y también el que puebla de imágenes horribles el desierto aburrido de tu descanso». Sin abandonar la ambición cultista de sus primeros libros, el poeta opta por continuar con la poesía de “línea clara” que inició en La caja de plata, su anterior libro, donde triunfaban el afán por elevar la cultura popular al mismo rango que la «gran» cultura, y un deseo de conjugar el epigrama helenístico con los héroes de Marvel y los pulps. Testigo de ello es, por ejemplo, el poema titulado "Sonja la Roja".