Al despertar la mañana del 27 de febrero del 2018, tras un sueño intranquilo, Luís Pousa descubre una terrible metamorfosis: ya es mayor que su padre. Ha vivido más años que él. Narrado a corazón abierto —“naturalmente, esto no es una novela, sino la purga de mi corazón remendado”—, a partir de esta descomunal paradoja, que debería estar prohibida por alguna ley de la relatividad general, el autor se lanza, durante treinta y un frenéticos días, a la escritura de "El cielo invisible". Un libro donde confluyen una multitud de géneros literarios y en el que, con una abundante dosis de humor negro, exorciza los fantasmas, el miedo a morir y el recuerdo emocionado de los que ya se han ido.