Cierta mañana de verano, el narrador de 'Cuadernos de tierra' emprende una serie de largos viajes a pie. Lo hace en solitario para –siguiendo el consejo de Stevenson– “estar abierto a todas las impresiones”. Recorre ríos, valles y sierras bajo un calor aplastante, duerme a la intemperie, remueve los rescoldos de un pasado que aún gravita sobre el paisaje. También tropieza con tres enigmáticos sucesos –un asesino en serie, una ejecución en las montañas, un nazi escondido– cuya resolución le impulsará a volver sobre sus pasos.