Puños narra la lucha por la reconquista de una misma. La trama se va desvelando como un edificio construido de manera que toda su parte interior se pueda ver desde un solo punto. Es decir, una especie de panóptico que permite observar, a modo de partitura, una historia de amor tóxica, desde el momento inicial del encuentro hasta la ruptura, contada desde la perspectiva de una mujer que busca un sentido a la relación que ha vivido. Tres voces (Tú, Yo, El) con sus respectivas fugas y choques que hacen latir corazones, palabras y cuerpos en cinco movimientos cardinales: Oeste, Norte, Sur, Puntos y Este.