Después de Cómo acabar de una vez por todas con la cultura y Sin plumas (números 56 y 71 de esta misma colección), Perfiles es el tercer libro de escritos cómicos de uno de los pocos autores que hoy consiguen arrancar carcajadas al lector.
Woody Allen viene, una vez más, a alegrarnos la vida y a sugerirnos que el humor puede no sólo convertir un hecho cotidiano en una aventura diaria, sino nuestras reflexiones rutinarias en pensamientos filosóficos… Pues, como bien dice Woody Allen en este libro :
"De todos los hombres célebres que han existido, el que más me habría gustado ser es Socrates. No sólo porque fue un gran pensador, pues a mi también se me reconocen varias intuiciones razonablemente profundas, si bien las mías giran invariablemente en torno a una azafata de la aviación sueca y a ciertas esposas (no las mías, las de la policía)".
Perfiles trata de temas tan diversos como la relatividad de las cosas, la amenaza de los ovnis, o las tribulaciones del hombre moderno, así como, por supuesto de los tres temas favoritos de Woody Allen : el sexo, la muerte y la religión. Tanto si especula con la filosofía, la ciencia, o los sucesos de actualidad, como si analiza lo último en materia de crítica gastronómica, Woody Allen, en estos dieciséis artículos, despliega, como en otras ocasiones, todo su virtuosismo y versatilidad en el manejo de la palabra escrita, y nos ofrece una divertida muestra de su peculiar sentido del humor.
Hoy, todo el mundo sabe que Woody Allen fue expulsado de dos Universidades, que se dedicó muy pronto a escribir para la TV y para actores cómicos y que, en 1964, decidió convertirse él mismo en actor. Grabó desde entoces tres álbumes de discos con sus actuaciones en vivo y escribió dos grandes éxitos para Broadway : Don´t drink the water y Sueños de un seductor (que él mismo interpretó en teatro). Su primer guión cinematográfico, ¿Qué tal, Pussycat ? (1964), obtuvo un gran éxito de público. A partir de entonces, pudo escribir, dirigir y protagonizar él mismo las siguientes películas : Coge el dinero y corre, Bananas, Todo lo que quiere saber sobre el sexo y no se atreve a preguntar, El dormilon, La última noche de Boris Gushenko, Sueños de un seductor, Annie Hall (por la que recibió el Oscar a la mejor película), Interiores y Manhattan. Actualmente, termina Stardust Memories (Polvo de estrellas -título provisional-).
Entre el guión y el rodaje, entre el clarinete y los shows televisivos, aún encuentra el tiempo para escribir regularmente para "The New Yorker" y otras publicaciones.