Thomas Mann, amigo íntimo de Theodor W. Adorno, dice de él en Génesis del Doktor Faustus : «Durante toda su vida, este hombre de excepcional intelecto se negó a elegir entre la filosofía y la música. En el fondo, sentía necesidad de continuar con los mismos objetivos en los dos campos. Su mentalidad dialéctica y su tendencia a la sátira social se unen a su pasión por la música. Estudió composición y piano, primero con algunos maestros de Frankfurt y después con Alban Berg y Eduard Steuermann. De 1928 a 1931, fue director de Anbruch de Viena y se dedicó a promover la música radical moderna»
«¿Cómo se explica que este radicalismo, considerado por el profano como una especie de sans-culottismo musical, vaya acompañado de un gran sensibilidad por la tradición, un marcado sentido de la historia y una obstinada insistencia en la técnica y la disciplina artística ?»
«No puedo juzgar la composición de Adorno, pero su conocimiento de la tradición, su dominio de todo el corpus histórico musical son enormes. Un cantante norteamericano que trabajaba con él me dijo un día : “Es increíble, conoce todas las notas existentes en el mundo.”»
la mayoría de los ensayos musicales reunidos en este volumen habían aparecido en publicaciones periódicas difíciles e incluso imposibles de encontrar. Muchos de ellos se habían perdido durante los años de emigración y fueron salvados por Rudolf Komarnicki en Viena.
Casi todo lo que entonces escribiera Adorno sobre música había sido pensado ya en su juventud, antes de 1933. Aun así, en esta selección, el autor no introdujo más que pequeñas modificaciones donde consideró necesario corregir viejas deficiencias.
En estos escritos, el lector encontrará mucho de lo más característico de las intenciones del autor en el época en que éste colaboraba en el Anbruch vienés.