Audaz, brillante, claro e incisivo, este libro constituye un dramático desafío a los supuestos más fundamentales de la ciencia establecida. La teoría convencional postula que la naturaleza está gobernada por leyes inmutables: lo que el autor sugiere es que la naturaleza tiene memoria, y que esta memoria se propaga por de un proceso de conexión no material llamado resonancia mórfica.
La cuestión de la morfogénesis -cómo las cosas cobran su forma- es todavía un gran misterio científico. ¿Qué es lo que hace que un conejo tenga forma de conejo? ¿Por qué las moléculas se agrupan de determinada manera? ¿Por qué las sociedades siguen patrones predecibles? De acuerdo con el autor, tales cuestiones permanecen sin respuesta en la medida en que la ciencia cree en el esquema de un universo mecánico. Pero la naturaleza no es una máquina, y todo sistema -trátese de cristales, animales o sociedades- viene regido, no por leyes universales, sino por un campo mórfico que contiene una memoria colectiva.
La presencia del pasado es, pues, un libro enormemente innovador que abre nuevas direcciones para el desarrollo de la ciencia, y que apunta a una nueva comprensión de la naturaleza, de la vida, de la materia y de la mente