Un grupo de jóvenes amigos atraviesa una carretera nocturna hacia Oriente ignorando si llegarán a destino, un curtido crítico de cine que ya no reconoce su propia vida queda varado en un aeropuerto, una bella joven con una enfermedad terminal alcanza sus últimos días a través de los que la acompañan, un artista a quien le encargan una obra viaja hasta Panamá para reconocer un destino ajeno, un individuo borroso responde a un mandato o busca una encomienda en un paraíso irreal. Estas y otras historias conforman el libro de relatos Kingwood, donde los opuestos se tocan sin llegar a diferenciarse. Paisajes naturales desbordantes, pero también parajes sombríos donde la vida se apaga, conforman un caleidoscopio en el que el lector sabrá reconocer sentimientos contrapuestos: nostalgia, sí, pero también ocasos; reconciliación, sí, pero también fracturas insondables. Referentes claros que se extraen de la tragedia venezolana tallan los destinos, pero también del pasado fluyen imágenes de una concordia que ya no será tal. La obra de Antonio López Ortega –ha dicho el también narrador argentino Sergio Chejfec– «tiene un proyecto secreto: representar el último período venezolano de felicidad».
Antonio López Ortega (1957) es uno de los narradores venezolanos más importantes de las últimas décadas. Su obra de microficción se recoge en los libros Larvarios (1978), Naturalezas menores (1991) y Lunar (1996). Ha incursionado en la literatura epistolar y el diario literario con Cartas de relación (1982), Calendario (1985) y Diario de sombra (2017). Con su novela Ajena (2001) exploró a fondo la subjetividad femenina, hasta lograr el retrato inolvidable de una joven caraqueña que se enamora. Su obra cuentística, que ha contado con varios reconocimientos, la conforman títulos como Fractura y otros relatos (2006), Indio desnudo (2008) y La sombra in-móvil (2013). Como ensayista ha publicado El camino de la alteridad (1995) y Discurso del subsuelo (2002); y como articulista La gran regresión (2017). Ha sido coautor de La vasta brevedad (2010), antología del cuento venezolano del si-glo XX, y de Rasgos comunes (2019), antología de poesía venezolana del siglo XX. Ha dirigido las revistas Criticarte, Revista Bigott y Veintuno; y fue cofundador de la editorial de poesía “Pequeña Venecia”. Participante del “International Writing Program” de la Universidad de Iowa en 1990 y del Centro Bellagio de la Fundación Rockefeller en 1994. Obtuvo la beca de la Fundación Guggenheim en 2007. Como parte de un proyecto de difusión de la poesía venezolana, ha compilado para Pre-Textos las obras reunidas de Alejandro Oliveros, Yolanda Pantin, Igor Barreto, Guillermo Sucre y Eugenio Montejo.