Octavio Rincón arrastra una insípida existencia como funcionario municipal hasta esa tarde en que, durante unas vacaciones en Marrakech, es testigo de la súbita muerte de Dorita, su castrante y autoritaria esposa. Perplejo ante el cumplimiento de un deseo tan largamente anhelado, y confundido entre el temor a una eventual acusación de asesinato y una embriagadora sensación de libertad, su primer impulso es vaciar el minibar. Lo consigue. Es la prueba irrefutable de que Dorita ha muerto. En el vestíbulo del hotel conoce a Soldati, empresario y guerrillero argentino, embaucador pertinaz y embustero incorregible con un largo historial de fracasos a sus espaldas ?el último de los cuales fue la venta ambulante de helados por el desierto en un furgón frigorífico estampado con el rostro de Carlos Gardel?. Juntos emprenderán un viaje delirante a través del Atlas, y su camino se cruzará con el de un grupo de matones con implacable sed de venganza; un gurú literario asediado por devotos admiradores; una amenazadora nube negra prendida del retrovisor; y Charly, un hippie entrado en años con una obsesiva cuenta pendiente con Julio Iglesias. Camino de ida es una novela de ritmo salvaje atravesada por un humor bufonesco e irreverente, pero también cargado de ternura hacia unos personajes tan abandonados por la suerte como conmovedoramente esforzados en recobrarla.
«Una novela excelente. (?) Verdaderamente es una joya.»
Fernando Sánchez Dragó
«Las virtudes de este narrador (?) residen en buena medida en su vena irónica, en su visión paródica de la vida corriente sometida al más puro disparate.»
Arturo García Ramos, ABCD
«Carlos Salem es una especie de Bukowski de Malasaña (?) con mucho sentido del humor y nada de ridículo.»
El Mundo
«Qué tiene la literatura para todos los públicos que a todo el mundo llega: rapidez, intriga y entretenimiento.»
Peio Hernández Riaño, Calle 20