En " Medida por Medida " , la risa y la náusea son elementos que van a desempeñar papeles cruciales. La risa es el contrapunto de lo que técnicamente podríamos denominar " náusea " (el proceder de los personajes del estamento del Poder). Risa y náusea forman así dos bloques complementarios, quedando afianzado cada uno por la eficacia del otro. Difícilmente podríamos tolerar la presencia de la náusea sin el equilibrio estético que aporta la risa. Difícil sería también advertir la presencia de una sin la respuesta de la otra.
La referencia bíblica del texto nos informa de que estamos ante una obra de venganza. No soportar la felicidad de los demás; castigar con la muerte a los otros por sentir lo que uno mismo siente; juzgar a los demás por lo que uno mismo podría ser juzgado. Es la venganza del impotente, del hipócrita. Por eso, la sola idea de dos jóvenes que se aman -Juliet y Claudio- no puede ser asumida por los responsables de restablecer el orden moral en Viena. Pero Shakespeare siempre lo arregla todo, siempre encuentra una fórmula de salida, cuando los caminos teatrales que nos conducen al odio parecen cerrarse.