Las razones que explican la utilización de la lengua francesa en colecciones poéticas de sus años de madurez las explicó el propio Rilke en carta al crítico Edouard Corrodi: «Si hoy es inminente la publicación de una selección (debida a mis amigos) de mis versos franceses, es porque una serie de circunstancias me ha conducido a este consentimiento y a este riesgo. El deseo, antes de todo, de ofrecer al cantón del Valais el testimonio de un reconocimiento que va más allá de la esfera privada, por todo lo que he recibido (del país y de la gente). Luego, el deseo de quedar más visiblemente ligado, como un simple alumno y una persona agradecida un poco inmodesta, a Francia y a la incomparable París, que representan todo un mundo en mi evolución y en mis recuerdos».