Los siete pilares de la sabiduría son la descarnada memoria personal del último orfebre renacentista y del último caballero del Temple. Un libro, según expresión del propio autor, en carne y hueso y en sangre...; están calentados al rojo por la pasión de un estremo al otro de la obra. No existió un libro tan impúdicamente emotivo.
En esta obra se entremezclan con absoluta sencillez y maestría la narración de viajes, el cuaderno de campo del árqueologo, la poesía descriptiva del novelista, la curiosidad innata del antropólogo y la simplicidad del manual militar.
Estamos, pues, ante la obra de un ecléctico con el espíritu totalizador de un renacentista y la capacidad especulativa de un visionario ilustrado. Y es que Lawrence, como es obvio, poseía el talento natural de los grandes escritores. Tan sólo por eso deberíamos estarle agradecidos.