Una familia llega a un pueblo costero a pasar sus vacaciones y se hospeda en el pequeño hotel de una pareja alemana. En las
conversaciones compartidas con sus anfitriones, muy pronto asoman los fantasmas de un pasado germánico denostado y
poco encantador. Sin embargo, para Segismundo, padre de la familia recién llegada, este encuentro y el desplazamiento a la
costa implican un descubrimiento mucho más trascendente: la posibilidad de dejar atrás la vida pasada, y la evidencia de
que la identidad será a partir de ahora un concepto vacilante.
Extranjero de sí mismo, Segismundo necesita sumergirse en su soledad y bucear para escapar de la atmósfera de supuesta
pulcritud que esconde el vacío existencial que reina sobre su vida. Es la fuga que el mar promete.