¿Y si los atentados del 11 de septiembre de 2001 se hubieran evitado? ¿Y si la Segunda Guerra del Golfo no hubiera sucedido? Un suceso histórico con otro desenlace.
Año 2004. John Kerry está a punto de ser presidente de los EE. UU. El agente del FBI John O’Neill, el “Príncipe de las Tinieblas”, conoce el secreto de esa victoria. Gracias a él y a su amigo de la CIA Bob Baer, las Torres Gemelas del WTC se alzan y Osama Bin Laden es una amenaza del pasado. Año 2006. Los iraquíes destituyen a Sadam Husein y llega la primavera árabe. Bin Laden y Al Qaeda siguen activos, mientras que los EE. UU. ignoran las advertencias. Baer y O’Neill, ahora director del FBI, saben que Bin Laden es un peligro y forzarán el destino. Para O’Neill, todo empezó en 1996 en Arabia Saudita, cuando oyó por primera vez de Bin Laden y siguió su intuición al explotar las torres de Khobar. Él era el único que sospechaba el peligro mortal que Al Qaeda representaba para los EE. UU.